Lapislázuli…. ¿por qué?

El lapislázuli, como muchos sabrán (y los que no, bienvenidos a enterarse aquí), es una gema o piedra semipreciosa que se caracteriza por su tono azul.
Desde tiempos remotos y hasta la actualidad, ha sido utilizada para artesanías, joyas, y su pigmento para obras de arte y maquillaje.

Se puede encontrar lapislázuli en yacimientos mineros que aún hay en las montañas de Afganistán y también en diferentes lugares de América Latina, principalmente en Perú.

Los sumerios y babilónicos elegían esta gema como detalle de distinción de sus mejores joyas.

Los griegos, por su parte, atribuyeron al lapislázuli ciertos poderes curativos.

Los Faraones egipcios utilizaron la piedra en sus máscaras, tronos y funerales.

También los Incas encontraron minas de donde conseguir lapislázuli para luego utilizarlo en máscaras, colgantes, aros, artesanías y para representar sus símbolos sagrados como la Pacha Mama.

Otra cualidad muy importante que brinda el lapislázuli es el imponente tono que tiene su pigmento azul.
En Mesopotamia las mujeres utilizaban el pigmento de esta valiosa piedra para maquillar sus párpados.
Incluso, en Egipto la mismísima Cleopatra utilizó su polvo como maquillaje para los ojos.

Durante el período del Renacimiento el polvo de lapislázuli fue elegido por reconocidos pintores como Leonardo Da Vinci, Fra Angélico, Albrecht Dürer y Durero, entre otros, por las particulares virtudes anteriormente citadas.

Llegó a tener el mismo valor que el oro, por lo cual se lo conocía como el “Oro Azul”.

Elegimos este nombre por la historia que envuelve esta particular piedra.
Por ser de los elementos con los que en la antigüedad comenzaron a pintarse el rostro, para luego maquillarse, en búsqueda del embellecimiento y la distinción.
Buscamos lograr a partir de cada rostro y rasgo, destacar la belleza singular de cada uno. Utilizar los pigmentos que se adecúan mejor a cada piel, jugar con las formas en los artísticos, seguir la moda, transformarla y respetar los gustos más esenciales de cada novia, quinceañera, graduada o madrina, trabajando con todos productos hipoalergénicos.
Sin perder de vista en ningún momento que para nosotras el maquillaje es un arte.

Fefe y Anuk.-